Mi Infancia (II)

Ajám... Mi infancia no fue una en ningún momento esas escenas de las películas, en las que los días domingos se saliera en familia a pasear, o se pasen la sal amablemente, o simplemente se sienten todos a comer, y muchos pero muchos etcéteras más. Es más, me estoy haciendo la "psicóloga" y me estoy dando cuenta de un montón de cosas.

Detesto, SI, detesto las cosas familiares. En mi casa ni siquiera almorzamos todos juntos. Bueno... juntos, como si fuera una manada de gente, vivo con mi hermana y mi mamá. Pero como puse en un post anterior, la realidad es que no pasamos ni siquiera navidad o año nuevo juntas. Bueno, año nuevo, sinceramente me da igual, como también puse en algún post, es un año que comienza, y sinceramente, no soy muy... así, "¡WAW brindemos todos por un año mejor!"  (?) No, esa no soy yo.

Siempre fui muy fría, no sé por qué será............. Como también habré contado en algún post anterior, no era de tener amigas, aunque, bueno, "amigas" puede ser, pero las mujeres cuando son muy chicas, algo que les sobra, es la imaginación a patadas (por eso nunca entendí como una nena puede jugar a las muñecas) y mucha pero mucha envidia/celos.
                                                           

Claro ejemplo:                                                                                              

Me acuerdo que en mi tierna infancia, mi mamá no era de hablarme o dirijirse hacia mí de muy buena manera. Siempre me contestaba mal, y siempre me daba miedo pedirle algo por temor a que gritara en su respuesta.

Cuando tenía 8 años, rompí un cuadro de porcelana que pintaba la perfecta de mi hermana. Creo que estaba en el placard del cuarto de mi mamá. Me senté (me escondí ahí porque le tenía miedo a los trenes, y tengo las vías en frente de mi casa) justo en ese momento estaba pasando un tren, y al escuchar ese ruido tan fuerte y tan cerca, salí corriendo y me escondí en su placard... CRAC. (Ay la puta madre) Miro mis pies, y vi (para mi eterna desgracia) una bolsa que tenía pedazitos dentro.
Me quise morir, a esa edad juro que fue literal, conociendo el carácter de mi madre, no sabía qué me podía esperar.

Cuestión, me fui un poco de tema, estuve semanas con un miedo desmedido a que se dieran cuenta que había sido yo, y vivía con pesadillas, las maestrar me decían que estaba pálida, siempre con cara triste. Hasta que un día vino ella, y con su gran instinto maternal, me preguntó qué me pasaba, a lo que obviamente le respondí mi tan preciada respuesta: Nada.

Y justo al día siguiente encontró el cuadro. Roto, por supuesto. Lo más importante (?) del relato, me lo olvidé, no me acuerdo si se dieron cuenta que fui yo o no, pero la cuestión, es que desde ese momento, me empezó a tratar bien. Bueno, no fue asi Woooow, pero el cambio era terrible. En ésa época, en canal Infinito (fue el causante de muchos traumas infantiles, pero que ya no está más en el aire) veía muchos reportajes sobre ovnis, y un día mostraron una película dónde los ovnis raptaban gente, y al final su "basado en hechos reales" me impidió ir al baño de mi casa sola por dos semanas. Cuestión, pensé, por meses y meses que a mi mamá la habían cambiado por otra.

Ok, miraba muchas películas, demasiadas para mi gusto. Pero la verdad es siempre pensé eso, que la habían cambiado por otra. Y yo quería a la antigüa. Que loco. Quería a la anterior (no por preferir el trato, sino porque pensaba que la real era la anterior) Hasta que bueno, cosas de la infancia y demás, hicieron que me olvidara de ésto, y vuelva a recordar que sigo sin llevarme bien con ella. Es así. No puedo. Se ve que ella tampoco.

Dios, necesito un departamento...

Así que a menos que Susana Giménez me apadrine (?) o mi adorada madre un día se levante y diga: "Hija! No querés que te ayude a comprar un departamentito?"

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Alguien sabe dónde se localiza La Su?