miércoles, 25 de abril de 2012

La delgada línea que separa el bienestar, de la muerte

Para el que se quiera tomar su tiempo, bárbaro, el que no, que siga de largo. Ojalá todos puedan leerla entera y comentarme qué es lo que les parece, porque para mí es una de las entradas con más importancia en este momento de mi vida.

Mi hermana tiene anorexia. Hace años que le encuentro infusiones digestivas, diuréticos, cremas y geles reductores, fajas reductoras, balanzas, productos para adelgazar como abtronick, esos que se compran por Internet o por tv. Botellas llenas de vómito o comida masticada y escupida dentro de su cartera y mochila. Estoy harta de ver como su vida se apaga, ver como paulatinamente y sin que yo o mi mamá nos diéramos cuenta, deja de comer alimentos básicos como arroz o fideos, algunas verduras, ciertos productos que antes consumía regularmente, los desplazó por zapallo y pechuga todos los días.

Hay poquísima información de dónde puede haber un buen tratamiento, hoy por hoy, sé que fue a unos 4 psicólogos al menos y ninguno fue de ayuda, o por lo menos no de una ayuda notoria. El Hospital Borda fue un total desastre, el que tuvo o sabe de una buena experiencia en aquel lugar, que entre y me comente, porque ese lugar solamente empeoró lo poco que avanzó mi hermana, son irresponsables, los especialistas no llegan a horario, quedan en llamarte y no lo hacen, es más, a mi casa no volvieron a llamar jamás. Y así estoy renegando con todo y con todos, por no entenderla a mi hermana.

¿No entenderla?... Entré al mundo blogguer como dije en algunas entradas anteriores, leyendo blogs como el de 48 metros cuadrados, entre otros. Pero también, de estar harta de buscar páginas que me ayudaran a bajar los escasos 4 o 5 kilos que me molestaban. Al menos el 60 por ciento de mis seguidores eran pro Ana y pro Mía. ¿No entenderla a mi hermana? ¡Cómo no entenderla más todavía! Sé lo que es y sé lo que se siente verte y sentirte gorda por donde te mires, sé lo que es entrar a un local y que la escuálida de la empleada te de un talle "42" cuando ese 42 en realidad es un 38. Dos talles más para un simple 38. Aún así, me convertí pasajeramente en una fiel seguidora de esos estereotipos, en los que tener el más mínimo exceso de gramos está mal, menos calorías mejor, más ejercicio más me quiero a mí misma. Verme al espejo era no comer a la noche. Ser gorda era sinónimo de fealdad, de infelicidad.

Ver a nenas de edad de primaria preocuparse por su figura es horrible, es volver a verme a mí misma plasmada en otro cuerpo, es verme cuando lloraba cuando tenía 8 años en las clases de gimnasia. Fui señalada y también señalé, odié cuando una mujer flaca se culpaba por tener "rollos" inexistentes cuando yo también me culpé ante el espejo viendo "rollos" que tampoco existían. Sé que es difícil porque hoy en día también me cuido haciendo ejercicios o comiendo de manera más saludable, pero tratando de tenerlo en los niveles más normales posibles, entendiendo la delgada linea que separa el bienestar de la enfermedad, esa línea que pasé para "probar".

Hasta el día de hoy todavía encuentro a chicas "princess" pro ana y pro mía entre los comentarios de mis entradas. A una de ellas le tengo un real aprecio, "Ele" que ya no sé ni cómo hacer para entrar a su blog, pero que cada tanto la recuerdo y siempre deseo que se encuentre bien. Mi hermana ya empezó el tratamiento, 7 años más tarde de lo que tendría que haber empezado. 7 años más tarde, me siento una basura, una basura aún peor cuando vino mi mamá del centro de rehabilitación hace 4 semanas y dijo "Tu hermana está en estado de desnutrición". Si bien es un progreso, mi casa, desde que empezó el tratamiento, es un infierno.

No soy muy partidaria del dicho "Viví la vida que hay una sola" porque particularmente, no creo en eso, pero en fín, haya o no una vida o muchas, es tu vida la que estás viviendo, tuya y de nadie más, ver como mi hermana desperdicia años y momentos tan importantes preocupándose por su figura y escupiendo, tirando o vomitando la comida, sabiendo que hay millones de seres que mueren en el mundo entero por desnutrición, gente que se sacrifica día a día para tratar de dar a comer a su familia. Gente que muere sin poder de elección, sin poder llegar a ver la vida de otra forma, mientras a las pro ana y pro mía se les apaga la vida, mientras que a MI hermana se le apaga la vida viendola cada día más y más delgada, por llegar a una "perfección" que existe únicamente en su mente y a la cual nunca van a llegar porque la enfermedad no las deja ver con ojos de realidad.