Mi Infancia (I)

Como conté en algún post anterior... Hasta los 8 años siempre pensé que era adoptada. Nunca de los nunca escritos ni hablados, me llevé bien con mi mamá. Ni chiquita ni grande. Y yo siempre veía la diferencia de trato hacia mí y hacia mi hermana mayor. Y veía terrible abismo entre las dos.

No se. Pero me acuerdo eso. En vez de jugar, o hacer cualquier cosa, me ponía a buscar ese papel que diga y que certifique, que esa mujer no era mi mamá, algo que me libere un poco de su sangre. Y bueno, como nunca lo encontré, un día me cansé y acepté la realidad. Pero no hace mucho, me enteré de que alguien sí me quiso adoptar, por lo que me contaron, la situación económica de mi familia en esa época, no fue la mejor. Y sí, eso ocurre en las familias. Pero nunca supe que en la mía... 

Una vecina, que era esposa de un policía, quería adoptar una nena, mejor, una beba, porque no podían tener hijos. Y viendo la situación de mi mamá le ofrecieron el favor, de adoptarme y quitarles un peso de encima. Y qué mejor momento para adoptarme, que ahí, cuando mi mamá necesitaba el dinero, mi papá había desaparecido en esa época, teniendo otra hija de cinco años, para cuidar y alimentar.

Saber eso es como un poco shock. Va, por lo menos para mí. Saber que alguien le quiso tirar unos pesos a mi mamá para que yo creciera en una familia adinerada (y seguramente corrupta) y que aún así, mi mamá se negó, fue shock para mí.

 Si si, esa cosita de ahí con la hebilla en la mitad de la cabeza, soy yo.

Creo que si me encuentro a esa mujer, la mato.