martes, 1 de diciembre de 2009

Stop

¿Sabés lo que pasa? Que uno se acostumbra a las cosas buenas. Lo peor de todo es que uno también se acostumbra a sentir dolor. Y tampoco importa si el dolor aumenta. Acabás por no notarlo, aunque el daño deje la huella de todas maneras. 


Pero ya no te quejás como antes, no lo exteriorizás tanto aunque va de salir por algún lado y con toda la certeza del mundo lo va a hacer, por supuesto que saldrá y de la peor manera. Te convencés de que se va a pasar pero en realidad te preguntas si esto será para siempre, si pasarán veinte años más y vas a seguir sin avanzar ni un paso, sin motivaciones, sin valor, cada vez mejor sola para no sentirte peor. Después te llueven voces que te dicen que te entienden, pero realmente nadie tiene ni idea. Hay momentos en los que realmente no se ven salidas.

No hay comentarios: