miércoles, 26 de enero de 2011

Inconcluso de por vida

Esta entrada la escribí el miércoles 20/01 pero por problemas con Speedy/Telefónica no pude subirla.




Hace un tiempo, corto, pero hace un tiempo que venía pensando. En realidad, son años los que venía pensando esto, pero hace poco que empecé la búsqueda.
Mi papá antes de conocer a mi mamá, estuvo en pareja con otra mujer, y tuvieron un hijo, el que hoy en día rondaría los 30-40 años. Sé el apellido de su mamá, su edad aproximada, que ya tenía al menos un hijo. Y que él tenía una enfermedad, jodida. Rara por su edad, pero jodida igual. Y que él le dijo claramente a mi papá que no lo quería ver nunca más. Y él cumplió. Éso era lo único que sabía.


No me pregunten por qué, el otro día hise una lista de cosas antes de morir y la dejé en borradores. En esa lista, estaba encontrarlo a Daniel, y poder conocer a mi o mis sobrino/s, porque se que al menos tenía uno.


Y lo empecé a buscar estos días. Una de las primeras opciones que pensé, fue facebook. Guardé en favoritos de Google Chrome, alrededor de 25 personas con el mismo nombre y apellido en facebook, para mandarles un mensaje por privado y ver si alguno de ellos resultaría ser mi medio hermano. No pude llevarlo a cabo porque me quedé sin internet.


Nunca voy a poder tachar ese ítem en la lista, nunca voy a poder conocerlo, voy a seguir siendo una tía fantasma de unos sobrinos que nunca voy a conocer, tampoco voy a saber su historia, lo que pasó con mi papá, que era lo que realmente tanto quería. Nunca voy a poder saber nada de su vida ni tampoco completar la mía. Todas las cosas que me faltan por saber y ahora menos que menos, tengo manera de saberlas.


Y creo que ésta es la primera y última vez que voy a hablar de ésto. Me incomoda, me molesta y me frustra esta situación. Más allá de no haberlo siquiera conocido, me moría de ganas de hacerlo, cuando hice click en que tenía que buscarlo sí o sí, me entero de ésto, algo que me cambió la cara toda la semana.


Ayer me enteré de que está muerto. 






*Aclaro por un par de comentarios, que él no sabía de mi existencia. O por lo menos eso creo...

viernes, 7 de enero de 2011

Mi antes y después

Algo que nunca voy a entender es la crueldad de los chicos. ¿Con qué necesidad te ponés a cargar a un chico porque usa anteojos? ¿Para qué llegás al punto de hacer llorar a una nena diciendole "gorda"? Hoy me acordaba de muchas cosas de mis años en la primaria y me había olvidado temporalmente, porque uno de esas cosas no se olvida, de lo crueles que son los nenes. De la importancia que esas palabras y cargadas tienen por el resto de tu vida. La vergüenza y la humillación, son moneda corriente para nenes con sobrepeso, con anteojos, con brackets, con distinto color de piel o nacionalidad. 


En mi vida, hay dos etapas, antes de cumplir 8 años y después de cumplirlos. Antes de cumplirlos, al parecer era una chica normal, pero con un problema de bajo peso. Mi mamá intentó con médicos y hasta curanderos. No era anémica ni tenía ninguna enfermedad, pero no había forma en que los médicos me hicieran engordar, probaron desde preparaciones especiales hasta medicamentos, que nunca funcionaron. Pesaba fácil 7 kilos menos de lo normal, y digamos, para una nena de 5-6 años es algo notable. No importaba lo mucho que comiera, imposible era estar en el peso normal.


Después de los 8 años, cuando caí en la realidad de la situación en mi casa y de la separación de mis papás que había sucedido casi dos años antes, me refugié en la comida y nada más que en eso, y la ansiedad estaba presente de lunes a domingos. Estaba en la clase de educación física cuando me gritaron "gorda" y como un flash recuerdo verme a mí misma llorando sin poder parar en le cubículo del baño, hasta que una profesora me pasó a buscar. Y me di cuenta que pasé años siendo señalada como un defecto siendo la flaca esquelética y después como un defecto aún peor y más horrible, siendo la gorda.


Desde ese momento, me sentí la más fea, la más horrible, la más defectuosa y la más gorda no del colegio entero sino de toda la provincia entera de Buenos Aires. Esos comentarios me hicieron meterme en una burbuja por años y hacerme creer era alguien que no valía nada y que nadie pero nadie jamás me podría llegar a querer. 


Si yo solamente por unos comentarios de ese tipo por un par de meses me provocaron años de angustia, no me quiero imaginar lo que fue para chicos que sufrieron cargadas durante años. 
Ahora yo digo ¿Con qué necesidad? Llamar a alguien "negro" como insulto por su color de piel no te hace ser mejor o cargar a un nene por tener brackets no te hace tener dientes más lindos y rectos. Ni llamarla gorda a una chica no te hace adelgazar.


¿O me equivoco?